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Antes de tomar la decisión de comprar una casa en una comunidad cerrada, es importante que conozcas cuáles son sus ventajas y desventajas. Las casas en comunidades cerradas se asocian con el lujo y la exclusividad.

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A la hora de comprar una casa, actualmente hay más opciones que nunca, desde bungalows rurales asequibles hasta áticos de lujo, es decir, hay algo para cada presupuesto y estilo de vida. Las casas en comunidades cerradas son sólo una de las muchas opciones, pero se diferencian de la mayoría en varios aspectos.

De hecho, comprar una casa en una comunidad cerrada puede generar cierta división. Sin duda, hay muchos atributos positivos, pero por cada cosa que a algunas personas les encantará, hay otras que las odiarán. Antes de decidir si una comunidad cerrada es adecuada para ti, es útil mirar ambas caras de la moneda. Para eso, Point2Homes te comparte seis cosas que vale la pena considerar.

 

¿Qué es una comunidad cerrada?

También se le conoce como comunidad amurallada, se describe mejor como una urbanización residencial situada en una calle privada. El acceso a la comunidad está restringido a residentes y visitantes autorizados mediante un portón que impide el ingreso desde la vía pública a vehículos y peatones.

Las comunidades cerradas generalmente están dentro de una cerca o muro perimetral, que puede estar hecho de cualquier cosa, desde ladrillo y mortero hasta arbustos y árboles. Esto brinda a los residentes privacidad, reforzada por varios sistemas y personal de seguridad.

 

 

Consideraciones sobre la comunidad cerrada

  1. ¿Cuánto cuesta?

En muchos casos, las comunidades cerradas se asocian con el lujo y la exclusividad. Los precios de las viviendas en tienden a tener un valor tasado más alto que el de unidades similares fuera de zonas cerradas. Si planeas comprar una propiedad de este tipo, será más cara que otras opciones. Pero no se trata solo del precio de la vivienda en sí; como comunidad privada, el municipio no dará mantenimiento a los caminos ni a los servicios locales. Los residentes deben unirse para pagar el mantenimiento de los caminos, el paisajismo y los servicios comunitarios, como piscinas, canchas de tenis o centros comunitarios.

 

La vida en una comunidad cerrada es cara. Asegúrate de poder afrontar no solo el precio de la vivienda en sí, también las diversas tarifas y costos continuos.

 

  1. Problemas de seguridad

Una comunidad cerrada ofrece una fantástica sensación de seguridad. Con guardias de seguridad en el lugar, vigilancia integral y puntos de acceso controlados, es poco probable que los delincuentes se acerquen a tu casa, y mucho menos causen problemas. Como ventaja adicional, los residentes tampoco tendrán que lidiar con personas desconocidas que llaman a su puerta. La desventaja es el costo y el hecho de que no puedes optar por no participar. Con puntos de acceso controlados, es posible que te encuentres haciendo cola regularmente para entrar o salir de tu comunidad. Esto puede ser un gran problema durante los periodos de vacaciones y para quienes viajan en horas pico.

  1. Privacidad o falta de ella

Estar aislado del resto del mundo ofrece una gran sensación de privacidad y seguridad. Con los visitantes externos restringidos, no hay peligro de interferencias no deseadas o llamadas no solicitadas. Esto no solo ofrece tranquilidad, también permite que quienes anhelan la soledad, la encuentren. Sin embargo, las cámaras de vigilancia monitorean todo lo que va y viene, y puedes sentir como si Big Brother te estuviera mirando. Al ser una comunidad pequeña y cerrada, puede resultar difícil escapar de la mirada de los vecinos, especialmente si se es un recién llegado. Las comunidades con reglas estrictas de HOA pueden ser particularmente complicadas, ya que fácilmente podría parecer que todos examinan cada uno de tus movimientos, especialmente al principio.