Este comportamiento reafirma la reactivación progresiva del segmento, especialmente en corredores consolidados con alta conectividad e infraestructura de primer nivel.
Los corredores de Polanco (23%), Santa Fe (20%) e Insurgentes (19%) concentraron la mayor parte de la absorción neta de oficinas en la capital del país durante el periodo citado, evidenciando una clara preferencia por ubicaciones premium que ofrecen servicios integrados, cercanía con polos residenciales y acceso a talento especializado, de acuerdo con cifras de la plataforma Solili.
En línea con esta tendencia, la mayoría de las operaciones corporativas se enfocaron en edificios de clase A, lo que confirma la creciente exigencia por parte de los inquilinos por espacios modernos, eficientes, sostenibles y adecuados a las nuevas formas de trabajo.
A nivel nacional, la Ciudad de México concentró el 72% de la demanda total del periodo citado, muy por encima de mercados como Guadalajara (9%) y León (6%).
Este dinamismo va de la mano con una reducción del 10% en la desocupación de oficinas a nivel nacional, que sumó 77 mil metros cuadrados en el mismo bimestre. Aunque la capital también lideró en metros desocupados, con el 91% del total, el volumen representa un ajuste moderado frente a los niveles observados en 2024.
Concluyeron que: “El mercado corporativo de la Ciudad de México enfrenta un entorno desafiante, caracterizado por ajustes en las necesidades de espacio, nuevos modelos híbridos de trabajo y una mayor selectividad por parte de los inquilinos. No obstante, la demanda ha mostrado un comportamiento sólido, con niveles de desocupación moderados que sugieren una recuperación gradual y una tendencia hacia la estabilización”.