|  

El comercio minorista en México se ha visto beneficiado de una menor inflación y mayor crédito al consumo, pero el consumo privado enfrentaría un entorno más desafiante en la segunda mitad del año.

3 No me gusta0

 

El comercio minorista en el país se ha visto beneficiado de una menor inflación y mayor crédito al consumo, pero a pesar de ello, las ventas minoristas crecieron en la primera mitad de 2023 a un ritmo inferior a lo registrado en el mismo periodo de 2022.

Las ventas minoristas repuntaron 5.9% en junio, en su comparativo anual, sorprendiendo por el ritmo de su avance, de acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Las ventas al menudeo crecieron 4.7% en el primer semestre de 2023 comparadas con el mismo periodo de un año previo, por abajo del crecimiento acumulado los 6s primeros meses del año pasado cuando repuntaron a un ritmo anual de 7.2 por ciento.

 

Un análisis de Banco base indica que a las ventas minoristas le ha favorecido la desaceleración de la inflación, el incremento en la masa salarial real, el mayor otorgamiento de crédito, los apoyos (transferencias) del gobierno y las remesas.

“Sin embargo, las remesas han perdido poder adquisitivo: en junio del 2023, el flujo de remesas mostró una contracción de 2.13% mensual y las remesas reales medidas en pesos mexicanos registraron el octavo mes consecutivo de retroceso anual”.

Se añade que la caída anual del poder adquisitivo de las remesas en México fue resultado de que, entre junio de 2022 y junio de 2023, el peso mexicano acumuló una apreciación frente al dólar de 13.90% y la inflación anual se ubicó en 5.06%. Se espera que la disminución del poder adquisitivo de las remesas desacelere el crecimiento de las ventas minoristas en los próximos meses.

 

 

Analistas de BX+ consideraron que “el consumo privado podría enfrentar un entorno más desafiante en la segunda mitad del año, marcada por una elevada inflación y costos financieros restrictivos. Por otro lado, el dinamismo económico que hemos visto, tanto local como exterior, podría seguir soportando algunas variables relacionadas”.

Y proyectaron que “el consumo se desaceleraría en lo que resta del año, debido a que la inflación permanecería elevada, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. Además, las elevadas tasas de interés seguirán restringiendo el crédito al consumo”.

En este mismo sentido, analistas de Banorte anrticiparon para la segunda mitad del año un escenario mixto: Los fundamentales continuarían como el principal soporte. No obstante, estamos más cautelosos respecto a las presiones inflacionarias y el impacto que podría tener en el dinamismo de la demanda interna.