Los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras) presentan una evolución importante: la atención en las Fibras ya no solo se centra en que generen crecimiento a base de adquisiciones de portafolios, sino también de generar crecimiento orgánico (aunque a menor escala, con mayor rentabilidad), así como en que generen plusvalía en los activos adquiridos.
El primer semestre de 2018 estuvo caracterizado por la percepción de incertidumbre y volatilidad, pero los fundamentales están sólidos. México seguirá siendo la plataforma de manufactura para Estados Unidos.
Contra viento y marea, las Fibras inmobiliarias sostuvieron una tendencia positiva de crecimiento, aunque no a un ritmo tan acelerado como en años previos.
Las Fibras son instrumentos de inversión que siguen siendo poco conocidas para muchos inversionistas, pero su desempeño bursátil ha sido muy interesante y atractivo.
Los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras) han alcanzado un portafolio superior a las 1,600 propiedades industriales, comerciales, corporativas y hoteleras, con un Área Bruta Rentable (ABR) que supera los 21 millones de metros cuadrados a marzo de 2018.