El mercado mexicano de Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) se encuentra actualmente en una etapa de adolescencia. Para generar mayor robustez en el mercado, la inversión inmobiliaria a través de estos instrumentos resultará en un excelente beneficio que antes solo estaba a disposición a través de los grandes intermediarios financieros.
A cerca de siete años de su nacimiento, los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) hemos evolucionado y hoy podemos ver que emerge nuestro verdadero ADN: empezamos a volvernos más desarrolladoras que compradoras de propiedades inmobiliarias.
Terminamos un año que no fue fácil. La primera mitad fue complicada por las declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Hacia la segunda, las cosas fueron tomando su justa dimensión y el sector Real Estate siguió con la ruta del crecimiento.
En contra de todos los pronósticos, 2017 significó otro “buen año” para los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras), manteniendo niveles de ocupación por arriba del 90% en sus inmuebles, realizando nuevas inversiones y adquisiciones, así como reportando crecimientos, trimestre a trimestre, en sus principales indicadores financieros. El 2018 será otro ciclo de retos, sobre todo en el primer semestre.
El Real Estate en México presenta una tendencia positiva, pero no tan conocida a nivel internacional. El futuro del sector radica en las ciudades inteligentes, movilidad y espacios de trabajo, entre otros temas.